Si no tienes tiempo o ganas de ir a la barbería, con los consejos que te daremos a continuación podrás tener una barba de lujo hecha en casa.
Es importante considerar 2 puntos antes de comenzar a arreglar tu barba: lo largo de la misma y tu estilo de vida, los cuales te serán de gran ayuda para determinar el resultado esperado.
¿A qué nos referimos con tu estilo de vida? Pues factores como la etiqueta en el trabajo, tus gustos personales y actividades diarias determinan qué tan desaliñada, marcada o fina puedes tenerla. Es decir, qué tan elegante, moderno, rudo o relajado te muestras en el día a día, por mencionar algunos estilos.
En cuanto a lo largo de la barba, se tratará de un punto fundamental para definir cada cuánto la tienes que recortar. Entre más larga, mayor mantenimiento, es decir, lavarla con mayor frecuencia y peinarla; mientras que las barbas más cortas requieren un cuidado más minucioso para mantener su forma.
Con esa información aclarada, lo mejor que puedes hacer es darle una retocada a tu barba cada par de días, dependiendo de los factores antes mencionados. Así que a continuación te compartimos algunos consejos para que lo puedas hacer en tu espacio sin contratiempos.
En cualquier barbería profesional te dirán que las líneas de las mejillas deben quedar lo más naturales posibles, por lo que es mejor mantener el nacimiento natural de la barba y sólo darle un poco de forma para que se mantenga ordenada, pero sin perder su aspecto natural.
Por lo tanto, solamente rasura hasta dicha línea con un rastrillo de una sola hoja desechable. De esta forma, serás consciente de dónde estás cortando en cada momento y no habrá riesgo de que quites más de lo necesario.
Un paso que se olvida en la mayoría de los casos es darle forma a la línea del cuello, la cual varía según el tamaño del mentón, por lo que debes cuidar que, si tienes una barba larga, la línea esté más baja y, si tienes una barba corta, la línea deberá estar más alta.
Para obtener los mejores resultados, vuelve a utilizar un rastrillo de una sola hoja para evitar problemas, pero recuerda que debes hacerlo con cuidado y sin tensar excesivamente la piel del cuello, ya que eso puede provocar que te desvíes de la línea correcta.
Por último, no podemos olvidar al mejor compañero de la barba: el bigote. ¿Cuál es el punto principal a la hora de arreglarlo? La respuesta es tan simple y sencilla como que te deje comer.
Para darle forma al bigote será necesario que utilices un peine para acomodarlo e identificar los excesos de vello que puedan ser molestos. Una vez hecho esto, unas tijeras para barba o incluso una máquina eléctrica te ayudarán a recortarlo y darle la forma que deseas. Recuerda que el bigote no debe invadir la zona de los labios para que no te incomode en tu día a día y sea más higiénico a la hora de comer. Los restos de comida pueden irritar o infectar tu rostro fácilmente.
Ahora sí, con estos 3 sencillos consejos no tendrás problemas para tener una barba que te haga verte y sentirte bien.
